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“El que conquista a otros es fuerte;

El que se conquista a sí mismo es poderoso”

Lao Tse

Ser portador del uniforme de la patria es quizás uno de los mayores honores que la vida puede ofrecer a un patriota, hecho que trae consigo unas condiciones que sólo los más valientes pueden ser capaces de llevar sobre sus hombros, una serie de responsabilidades que trae el hecho de tener el monopolio de las armas, el control de la seguridad y la defensa nacional.

Ser héroes de la patria implica el mayor de los sacrificios humanos, ese que es voluntariamente renunciar a un derecho tan humano como la misma humanidad, el derecho a fallar, a cometer errores; el soldado de la patria en un acto de magnificencia renuncia a ese derecho, suponiendo ello que se hace consciente de su mayor responsabilidad, esa de siempre dar muestra de un comportamiento pulcro que sea motivo de admiración social y deseo de imitación en toda generación venidera.

Ser soldado de la patria sugiere entonces que, al revestirse con el uniforme del glorioso Ejército Nacional de Colombia, la persona se compromete a siempre portarlo con el debido honor y mística, dos conceptos que recuerdan aquella historia de la Espada Excálibur, esa en que quien la pudiese sacar de la piedra debía ser un hombre de honor y con la suficiente mística para liderar a su nación. Al tomarse como referente la “Espada Excálibur” se pretende de forma simbólica, invitar a los Militares a sacar nuevamente la espada de la piedra, revistiéndose de honor y mística, dos constructos que combinados enaltecen la vocación al servicio de la patria.

Ahora bien, vale la pena recordar que el Honor es una cualidad moral que distingue a los miembros de las Fuerzas Militares de Colombia por la vivencia plena de las convicciones morales, que los hace intachables en sus actos y dignos de ser respetados y admirados por la sociedad.

Así mismo, debe la Mística ser entendida como los valores generados en el más profundo sentimiento Militar que gobiernan la conducta, generan la iniciativa, perfeccionan el conocimiento y dirigen el espíritu con el afán único de cumplir la misión. Así entonces para efectos de Excálibur, la Mística Militar se asumirá como la: FUERZA QUE DIRIGE EL ESPÍRITU CON EL ANIMO DE CUMPLIR LA MISIÓN.

Con esto claro, en estas líneas se pretende reconocer al Soldado de la Patria como esa persona que ha optado por el camino más difícil en el servicio a la nación, un camino que estará marcado por grandes retos que exigirán en él la conquista de su propio ser y tras ello ir tras la conquista de los enemigos de la patria y de su bandera.

Esto implicará un total dominio sobre su comportamiento, siempre alineado a los más altos niveles de ética y profesionalismo, que lo diferencien de toda persona y que siempre le hagan ser el referente social por excelencia, donde cada integrante de la sociedad que vea a un soldado de la patria, vea la mayor muestra de gallardía, valentía, honestidad y sacrificio, ese es el Soldado EXCÁLIBUR, un solado de Honor y Mística.

Finalmente, todo lo anterior valga la pena contarlo al sector de estas líneas, surge del ejercicio reflexivo adelantado por el Instituto Fe y Paz del Obispado Castrense de Colombia, un observatorio y centro de pensamiento creado por el Obispo Castrense de Colombia, Monseñor Fabio Suescún Mutis, con el animo de aportar a la construcción de país desde el servicio al Sector Defensa.

Ps. Jairo René Rojas Cortes.

Mg. DDHH y DICA

Director Instituto Fe y Paz

Obispado Castrense de Colombia – MDN

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